Síndrome de Sjögren

DESCRIPCION

El Síndrome de Sjögren (Síndrome Seco) es una enfermedad autoinmune, es decir se caracteriza por la producción de anticuerpos que reaccionan contra nuestros propios tejidos. Sus síntomas principales son la sequedad en las mucosas: ojos y boca, pero también en la nariz, las vías respiratorias y la vagina.

Muchos pacientes además presentan otros síntomas ya que esta enfermedad puede afectar también órganos internos: pulmones, tiroides, riñones, hígado, etc. e incluso tener manifestaciones en las articulaciones, en los dedos (cambio de coloración) y síntomas generales como fatiga, decaimiento, fiebre y depresión.

No se conoce con exactitud su incidencia pero ésta es mayor en personas de entre 40 y 60 años, aumentando con edad. La relación entre sexo femenino y masculino es 9 a 1.

SINTOMAS

Los síntomas más frecuentes de la enfermedad son:

  • Oculares: pueden simular alergias con picazón, molestias continuas, sensación de cuerpo extraño o “arenilla dentro de los ojos”. Ojos enrojecidos, fatiga, visión borrosa, dolor frente a la exposición a la luz.
  • Bucales: dificultad para tragar, sensación de boca seca y alteración del gusto, ardor o quemazón en la lengua o boca en general, mayor frecuencia de infecciones y caries dentales y dificultad en la adaptación de prótesis dentales.
  • Piel: pueden existir desde manifestaciones como mayor sequedad e irritación, hasta la presencia de manchas rojas (púrpura), nódulos dolorosos, caída del cabello, etc. Muchas de éstas son manifestaciones de compromiso sistémico de la enfermedad.
  • Tracto vaginal: dolor en el acto sexual, picazón, infecciones recurrentes.
  • Glándulas salivales: agrandamiento de las glándulas parótidas similar a lo que sucede con la parotiditis (“paperas”).

Es necesario destacar que si bien estos son los síntomas más frecuentes, el Síndrome de Sjögren puede ser una enfermedad generalizada e involucrar muchas otras manifestaciones, dependiendo de los sitios comprometidos: riñón, pulmones, corazón, músculos, articulaciones, nervios, etc.

Dado que muchos medicamentos y otras enfermedades pueden provocar estos síntomas, se recomienda consultar al médico, particularmente al reumatólogo, siempre en forma temprana porque él luego de una charla con el paciente y un buen examen físico indicará los estudios pertinentes para realizar un diagnóstico correcto e implementar un tratamiento adecuado.

CAUSAS

Esta enfermedad es una típica enfermedad autoinmune. Aquí existe una falta de regulación de modo que los anticuerpos que defienden al organismo de procesos como infecciones, cáncer, etc., reaccionan contra los propios tejidos: en especial contra las glándulas pero también contra otras estructuras del organismo.

Esto origina un proceso inflamatorio primero en los sitios afectados, el cual puede evolucionar luego a atrofia, lo cual explica gran parte de los síntomas de sequedad.

Son múltiples los posibles “desencadenantes” o “gatilladores” del síndrome: procesos infecciosos, exposición a medicamentos, stress emocional intenso, presencia de otras enfermedades asociadas. Estos, sumados a una predisposición genética, permiten que se exprese la enfermedad.

DIAGNOSTICO

Es necesario realizar la consulta al especialista cuando se presentan los síntomas.

Las pruebas diagnósticas disponibles en la actualidad son muchas. En primer lugar se realizarán los estudios de las zonas afectadas: exámenes oculares (por oftalmología) consistentes en tests que determinan el grado de sequedad de los ojos. Igualmente se realizan pruebas a nivel de la cavidad bucal para evaluar el nivel de secreción de la saliva.

Otros métodos incluyen estudios funcionales de las glándulas más afectadas como las parótidas. También puede requerirse una biopsia de la cavidad bucal para ver el grado de inflamación que produce la enfermedad.

Con criterio y dependiendo de la presencia de otros compromisos más generalizados, el médico indicará, de ser necesario, otros exámenes: radiografías, tomografías, etc.

Existen además para diagnóstico de este síndrome análisis de laboratorio más específicos, como la detección de autoanticuerpos específicos, los cuales están presentes en la mayor parte de los enfermos.

TRATAMIENTO

En cuanto a las manifestaciones oculares es de fundamental importancia el uso de lágrimas artificiales, colirios locales con andrógenos o bien geles de acción prolongada, todos indicados por el oftalmólogo con quien debe tenerse una consulta frecuente.

En relación con los síntomas bucales existen productos que mejoran la salivación y otros que son humedificadores. Es fundamental la higiene bucal, el tratamiento odontológico permanente, abundante ingesta de líquidos y evitar medicamentos que puedan agravar el cuadro.

En algunos casos pueden ser utilizados los corticoides o bien medicamentos que modifican el curso de la enfermedad dependiendo de la presencia o no de manifestaciones generales.


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